Western Digital, una de las empresas líderes en el mercado de los discos de estado sólido (SSD), se enfrenta a una demanda colectiva por vender discos SSD que no almacenan los datos de forma segura y que se vuelven ilegibles sin previo aviso.
Los discos SSD afectados son los modelos portátiles SanDisk Extreme V2 y Extreme Pro V2, y Western Digital My Passport, que se comercializan como soluciones de almacenamiento rápidas, amplias y resistentes, ideales para profesionales y aficionados a la fotografía, el vídeo y otros contenidos digitales.
Cuatro meses para ofrecer una solución
Desde principios de 2023, numerosos usuarios de estos discos han reportado problemas graves con sus dispositivos. Estos han probado el borrado de sus datos, o se han desconectado y formateado solos, sin posibilidad de recuperación.
Estos problemas han sido documentados en los foros de SanDisk y en Reddit. Western Digital tardó cuatro meses en lanzar una actualización de firmware para intentar solucionar el problema, pero según algunos usuarios, esta actualización no ha funcionado y los discos siguen fallando.
Western Digital no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre estas nuevas quejas.
Demanda colectiva contra Western Digital
Ante esta situación, un cliente llamado Nathan Krum ha presentado una demanda colectiva contra Western Digital en un tribunal federal de San José, California, en representación de todos los afectados por este problema desde enero de 2023.
La demanda acusa a Western Digital de haber vendido discos defectuosos a sabiendas, y de no haber informado ni reparado el problema adecuadamente. La demanda pide una compensación económica por los daños y perjuicios causados a los clientes, así como el pago de los gastos legales.
Según la demanda, Western Digital ha puesto a los clientes en una “situación imposible”, ya que no pueden confiar en sus discos SSD para guardar sus datos de forma segura, ni pueden obtener una compensación adecuada por sus pérdidas.
Rebajas y reseñas engañosas para deshacerse del stock
Esta demanda se suma a otras que Western Digital ha enfrentado por otros escándalos, como el uso de tecnologías de grabación inadecuadas, el incumplimiento de las capacidades de los discos, o la vulnerabilidad de sus dispositivos de red.
Todo esto ha dañado la reputación y la confianza de Western Digital entre sus clientes. La demanda también acusa a Western Digital de vender los discos defectuosos a precios rebajados para deshacerse de ellos.
Algunos usuarios han reclamado también la aparición de extrañas reseñas positivas en Amazon, para no hundir la calificación de los productos.
La demanda menciona un posible “bug” en una actualización de firmware que se lanzó en julio, y que podría ser la causa de los nuevos fallos de los discos. Sin embargo, esta actualización no parece estar en línea, y podría requerir un número de serie para acceder a ella.
Western Digital ha dicho que no comenta sobre litigios pendientes. Los abogados de Krum no han respondido inmediatamente a las solicitudes de comentarios.