No hay dudas de que Elon Musk, el multimillonario fundador de Tesla y SpaceX, tiene una visión ambiciosa para Twitter, la red social que compró en 2022. Musk quiere transformar Twitter en X, una app que ofrezca todo tipo de funciones, desde pagos y compras hasta juegos y educación.
La inspiración de Musk parece ser WeChat, la popular aplicación china que tiene más de mil millones de usuarios y que permite hacer casi cualquier cosa dentro de su plataforma. Esto incluye mensajería, redes sociales, pagos móviles, comercio electrónico, noticias, entretenimiento y más.
Musk cree que X puede ser el equivalente occidental de WeChat, aprovechando la gran base de usuarios y la influencia de Twitter. Exploremos el camino andado, y el camino por venir, para cumplir su sueño.
Adquisiciones y novedades pavimentan el camino a X
Para lograr su objetivo, Musk ha estado implementando una serie de cambios y novedades en Twitter, siempre bajo su personalísima dirección. Algunos de ellos son:
- La introducción de Spaces, una función que permite a los usuarios crear y unirse a salas de audio en vivo, similar a Clubhouse.
- La adquisición de Revue, una plataforma de boletines por correo electrónico que permite a los creadores de contenido monetizar sus publicaciones.
- La integración de Bitcoin, la criptomoneda más popular del mundo, como una forma de pago y propina dentro de Twitter.
- La creación de X Labs, una división dedicada a desarrollar proyectos innovadores y experimentales relacionados con X.
Musk espera que X se convierta en una aplicación indispensable para los usuarios, que puedan acceder a todo lo que necesitan con solo unos pocos clics.
Dificultades a la vista para X
Elon Musk tiene que superar varios retos para hacer realidad su visión de convertir Twitter en una «aplicación para todo». En primer lugar, lo evidente; Twitter es una empresa que sigue perdiendo dinero y Musk ya ha gastado miles de millones de dólares en adquirirla.
Pero los usuarios no se han quedado tranquilos, pues los cambios introducidos han suscitado reacciones encontradas entre los usuarios. Aunque quizás el mayor problema para el futuro de X será la regulación gubernamental.
Twitter opera en diferentes países con diferentes leyes y normas sobre las redes sociales, el comercio electrónico, los pagos digitales, la privacidad de los datos y otros aspectos que afectan a la actividad de X.
Musk tendría que adaptarse a las regulaciones locales y negociar con las autoridades para poder ofrecer sus servicios en estos y otros mercados.
El polémico logo de X es un imán de problemas
El logo que eligió Elon Musk para X podría traerle problemas legales por su similitud con otras marcas y fuentes. El logo de X es una simple letra X en color azul, que Musk escogió de entre las propuestas de sus seguidores en Twitter.
Sin embargo, este logo se parece mucho al de una tipografía llamada Special Alphabets 4, creada por la empresa Monotype. Monotype es la responsable de algunas de las fuentes más famosas del mundo, como Times New Roman o Arial.
Si Monotype considera que el logo de X infringe sus derechos de autor, podría demandar a Musk por daños y perjuicios.
Además, el logo de X podría entrar en conflicto con otras marcas que usan la letra X, como Meta (la antigua Facebook) o Microsoft. Estas marcas podrían alegar que el logo de X crea confusión o competencia desleal entre los consumidores.
Por último, habría que evaluar si el cambio de nombre y logo de Twitter, una marca tan reconocida y valorada, le beneficia en su proyecto de crear una aplicación que lo haga todo. Por cierto, ahora los tweets se llaman “xeets” (según la documentación oficial). ¿Qué opinas?